Escriben: Carlos Galarcio Periñan – docente / Marlene Valverde Cutipa – estudiante VII Ciclo
La Organización Mundial de la Salud (2007) define la salud mental como “un estado de bienestar en el cual el individuo es consciente de sus propias capacidades puede afrontar las tensiones normales de la vida, puede trabajar de forma productiva y fructífera y es capaz de hacer una contribución a su comunidad”. Sin embargo la salud mental de las personas en estos últimos tiempos ha sufrido grandes cambios, ya que la COVID 19 ha marcado un antes y un después, generando de esta forma una preocupación e incertidumbre sobre el impacto negativo en la salud mental de las personas a nivel nacional y mundial, las consecuencias se ponen de manifiesto en el día a día porque hoy conocemos que más personas están padeciendo diferentes trastornos mentales y no tienen oportunidad de tener un intervención profesional, siendo un derecho universal el poder gozar de una buena salud mental todas las personas.
Con la llegada de la pandemia del COVID 19 a nuestro país la salud mental sufrió un cambio fuerte, agudizándola aún más, dado que antes nuestro país ya tenía altos índices de pacientes con diferentes trastornos mentales que no tenían forma de acceder a una atención médica. Ha pasado el tiempo y hoy se puede evidenciar que existen más ciudadanos que están sufriendo trastornos mentales y una muestra de ellos es que el confinamiento, la incertidumbre, la ansiedad y el estrés han sido algunos de los desencadenantes de esta crisis de salud mental. Por ello los cuadros de depresión están en demanda en la población, siendo ahora los niños, adolescentes, jóvenes, adultos y adultos mayores los más vulnerables.
Asimismo, la población infantil sufre como consecuencia de la pandemia el uso excesivo del internet y los video juegos convirtiéndoles en dependientes o adictos, de igual forma mucho de ellos presentan irritabilidad, poca tolerancia y mayor frustración ante una perdida y problemas con el sueño. Sumándose en estos últimos tiempos la delincuencia y la inseguridad ciudadana que nos genera temor en poder desarrollarnos y hacer nuestras vidas con normalidad y tranquilidad, por tal genera expectativa porque estamos en una actitud de alerta en la calle ante cualquier evento negativo. De ahí, que los niveles de estrés y ansiedad aumentan, de esta forma el sueño se ve afectado y las personas presentaran problemas de irritabilidad y como estas situaciones son las que ponen es riesgo nuestra salud mental.
Por otro lado, es importante señalar que la salud mental está relacionada con la calidad de vida que tenemos las personas, aunque eso es variable porque cada cultura maneja sus perspectivas socioeconómicas, culturales, geográficas e históricas (Organización Mundial de la Salud, 2004).
Entonces todos los países que tengan mejor desarrollo estarán caracterizados por tener una buena calidad de vida que se caracteriza por presentar un bienestar físico y dentro de ello esta tener una buena salud, alimentación buena y balanceada de acuerdo a la edad y a las necesidades de la persona.
También, depende de que “haya servicios básicos, como agua potable, vivienda digna y servicios de salud pública en óptimas condiciones, de igual forma el bienestar psicológico que está caracterizado por la ausencia de estrés, traumas y angustias. Además de contar con derechos básicos como son la libertad de expresión y elección, respeto e igualdad y oportunidades de trabajo digno, el bienestar económico también permitirá a las personas contar los recursos para vivir en condiciones dignas de un ser humano” Urzúa (2010) Quizás nuestro país este lejos de esta realidad, pero desde donde estemos hagamos un esfuerzo en darnos una mejor calidad de vida para evitar que nuestra salud mental se vea lastimada.
Finalmente, la salud mental es un derecho al cual todas las personas deben tener acceso. Por ello nuestras autoridades deben dar una prioridad inmediata, ya que es una necesidad indiscutible porque esta se encuentra en estado de emergencia. Solo con una buena salud mental podremos alcanzar un bienestar emocional, psicológico y social de ahí que podemos seguir desarrollándonos y aportando al crecimiento de nuestra sociedad.
Referencias:
- Organización Mundial de la Salud (2004). Promoción de la salud mental. Ginebra, Suiza.
- Organización Mundial de la Salud (2007). ¿Qué es la salud mental? Preguntas y respuestas en línea. http://www.who.int/features/qa/62/es/index.html
- Urzúa M. (2010). Calidad de vida relacionada con la salud: Elementos conceptuales. Revista Médica de Chile, 138, 358-365.